*Nota al intrépido lector: elija las opciones (A o B) más acordes a su manera de actuar. Siga las instrucciones que le llevan de un punto a otro y, de este modo, podrá construir una historia peculiar donde el protagonista es usted.
Eran los últimos días de las vacaciones de verano, y Alex y sus amigos habían encontrado un nuevo reto cargado de valentía: una casa abandonada. Los cinco decidieron despedir sus vacaciones a lo grande explorando los rincones de la vieja y descuidada morada a las afueras del pueblo.
1. Cuando la oscuridad fue la única que reinaba en la superficie, entraron en la mugrienta residencia. Un relámpago aulló en la lejanía haciendo dar un respingón al pequeño grupo. Decidieron separarse y examinar el lugar.
[Opción A] Alex eligió la planta principal para el análisis exhaustivo de
la vivienda. Nada de subir o bajar; mejor tener la puerta de salida
cerca por si había que salir corriendo. Ve al punto 3.
[Opción B] Alex, a pesar de las negativas y burlas de sus amigos, decidió
ir con Marla a inspeccionar el sótano. Mejor en compañía con la chica que
sabía kárate, por si aparecía algún yonqui. Ve al punto 2.
2. Las escaleras crujían como si a alguien se le estuvieran rompiendo los huesos. El polvo y las arañas parecían ser los únicos dueños del lugar. Aún se escuchaban las risas de los demás mientras estudiaban la morada. Las linternas titubean.
[A] Alex llevaba en la mochila un par de linternas de repuesto, un foco
que podría alumbrar un campo de fútbol, cuatro bengalas, siete velas
perfumadas, un candil y una caja de cerillas. La oscuridad no podría con
ellos. Ve al punto 4.
[B] Se las arreglaron con la luz de los móviles hasta que encontraron en
la pared un cuadro de fusibles que activaba el alumbrado de toda la casa.
Los murciélagos salieron espantados. Ve al punto 5.
3. El pasillo estaba custodiado por numerosos cuadros que se habían descolorido por el paso del tiempo y la humedad de las goteras. Las imágenes deformes impresionaban bastante, tanto que no se dio cuenta de que una fina y tímida lluvia caía en el exterior. Se acercó a una ventana y pudo ver una figura que saludaba a lo lejos.
[A] Lo saludó creyendo que era uno de sus compañeros hasta que cayó en la
cuenta de que todos estaban dentro. Se apartó bruscamente de la ventana y
siguió explorando las habitaciones contiguas, sin prestar mucha atención a
lo que había visto. Ve al punto 7.
[B] Lo saludó creyendo que era un pobre sintecho que solo buscaba un lugar
donde refugiarse de la lluvia. Lo invitó a pasar, e incluso acudió a
recibirlo, pero allí no apareció nadie… Ve al punto 6.
4. El amplio sótano era tétrico y resultó estar bastante despejado. Únicamente había en el centro un agujero que recordaba a un viejo pozo. Con cierta prudencia se asomaron para vislumbrar el interior. Un aura gélida se escapó desde las profundidades, casi como un grito de oscuridad. Alex perdió el control y su mochila multiusos se hundió en el abismo. Solo entonces notaron que varias sombras les hacían compañía.
[A] El terror paralizó al dúo; las oscuras sombras se acercaron atraídas
por la luz. Tiró de Marla y corrieron escalera arriba. No hubo tiempo de
echar una mirada atrás. Recordó que en su mochila llevaba un talismán y un
poco de agua bendita. Una pena que se hubiese perdido todo en las
profundidades del pozo. Ve al punto 8.
[B] Marla, quien era experta en kárate, repartió una buena dosis de llaves
que dejaron a las supuestas sombras indefensas. Descubrieron con irritación
que se trataban de sus amigos que habían querido gastarles una broma. Sin
embargo, seguían escuchándose en las plantas superiores unas risas un
tanto extrañas... Ve al punto 9.
5. Los murciélagos desorientados invadieron todo el espacio y provocaron que Marla tropezara con un escalón. Cuando todo quedó más calmado, miraron con horror aquella habitación: múltiples cadáveres descompuestos adornaban el suelo; recuerdos ensangrentados adornaban las paredes; gritos de dolor adornaban el techo. La noche trajo de nuevo un relámpago que cayó con fuerza.
[A] Un cuerpo inerte se encontraba de pie en una de las esquinas. La luz
general de la casa tembló; el cuchillo que había en la mano del sujeto
brilló. Un afilado sonido retumbó por aquel macabro lugar; la luz
desapareció. Alumbraron la esquina con el móvil, pero el cuerpo inerte ya
no estaba allí… Ve al punto 9.
[B] Unos gemidos llamaron su atención al fondo de la estancia. Se acercaron
con cautela, horripilados. Uno de los cuerpos putrefactos parecía que
seguía con vida, como aferrándose a la luz. Cuando estuvieron lo
suficientemente cerca, el cadáver atacó a Marla, mordiéndole con los pocos
dientes que le quedaban. Los gritos despertaron a los demás muertos.
Ve al punto 8.
6. El único invitado que apareció por allí fue el sonido de la lluvia al caer en una casa vieja y en ruinas. «No dejes que entre», le pareció escuchar; pero allí no había nadie. Cerró la puerta y se fijó en un enorme espejo que colgaba de la pared de la entrada.
[A] Se trataba de una reliquia antigua con adornos muy esotéricos. «Le
dejaste entrar». La voz parecía provenir del interior del espejo. Se
acercó, y cuando puso la oreja en el gélido cristal, un grito agudo salió
de él. Ve al punto 8.
[B] Se acercó a contemplar la gran antigualla y, gracias a que estudiaba
latín, pudo leer que se trataba de un espejo maldito en un grabado del
marco. Pasó de malos rollos y continuó su recorrido. Una ráfaga de aire
trajo una voz lamentándose que hizo que se girase y se topase con la figura
oscura que vio en el exterior. Ve al punto 9.
7. Unos truenos estremecedores acariciaron la noche, trayendo consigo la feroz tormenta. Alex entró en lo que parecía una sala de música, con numerosas butacas comidas por la mugre que rodeaban un delicado piano en medio de la estancia. Una mujer vestida de negro palpaba las teclas con delicadeza.
[A] Con cierto asombro, llamó temblorosamente a la señora. Ella no se
volteó, únicamente empezó a tocar el instrumento con violencia mientras
soltaba carcajadas descaradas. Antes de que se diera cuenta, un público
espectral contemplaba a Alex desde las butacas. Ve al punto 9.
[B] Salió con pánico de la sala, chocando en el pasillo con una de sus
compañeras que venía de explorar el piso de arriba. Le contó lo sucedido y
ella fue a inspeccionar el piano maldito con valentía. La esperó con el
corazón encogido y la respiración entrecortada. Entonces, la oyó gritar
desde el interior de la habitación. Ve al punto 8.
Final