Reto literario: Baúl

Desde el Blog de nuestra querida Lídia nos hemos animado a participar este mes con su reto de escritura. ¿Quieres participar? Es muy sencillo, solo sigue las instrucciones y crea una composición basada en la imagen del mes. En mayo estamos jugando con la siguiente:

Y aquí va nuestra pequeña aportación, un cuento sobre el tiempo, la vida y un cofre especial.

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BAÚL

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Cuando llegó el momento, los nervios afloraron como cuando era un niño. Lo había mantenido guardado todo este tiempo, tal y como le dijeron. El polvo lo había descuidado y el brillo se había perdido tras los años, pero ahí estaba, esperando pacientemente. En la tranquilidad de la medianoche, en la puerta del jardín trasero, alumbrado por la tenue luz de la luna, lo abrió. Aquel viejo cofre le produjo nostalgia. Abrazó al Señor del Tiempo que en su interior se encontraba, y este, sonriendo amablemente, le mostró el reloj que consumiría su alma. Después el cofre volvió a cerrarse esperando ver crecer a otra inocente vida.

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Imagen de Pixabay

Reto literario: Nigromancia

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Desde el blog Escribir jugando nos hemos animado a realizar este reto literario que consiste en crear un microrrelato o una poesía basado en juegos de mesa donde la bloguera Lidia tira un dado y usa las cartas para la creación de una composición literaria. En el reto de noviembre debía aparecer un gato. Podéis ver el enlace del reto aquí: reto literario de noviembre Es la primera vez que participamos, así que esperamos que os guste. ¡Animaos a participar! Aquí tenéis la imagen del blog en la cual nos hemos inspirado:

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Y esta es nuestra aportación, un microrrelato con historias de fantasmas, el infierno y… un gato negro.

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NIGROMANCIA

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Una noche triste, embrujada y caótica necesitaba el consuelo prohibido, así que me dirigí hacia la bruja de los infiernos y le pedí que viera a través de mi alma. Junto a ella moraba un gato de pelaje amargo y tan negro como las leyendas. Alargó su mano, suave como el terciopelo, y me dio a elegir una carta. Al levantarla, un escalofrío me heló la espalda; era la carta de “Los Amantes”. Era imposible, ya que mi marido había muerto meses atrás. La sacerdotisa oscura me confesó que había regresado de entre los muertos y que venía a buscarme.

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